Entre el Guadalquivir y Sierra Morena estoy descubriendo rincones que no te puedes perder.
Siempre es gracias a personas dispuestas a compartir, haciendo fácil el camino hacia una particular «adopción», como uno aprende a amar el territorio que le (y del que) es, en principio, ajeno.
Todos nos regimos por un conjunto de ideas, una base.
La mía tiene incrustado el cambio como elemento necesario en la aventura de la vida, aunque a veces me cueste deshacerme de métodos para renovarme e innovar. A mí me pasa, tengo una manía por conocer, indagar, explorar.
De esta manera estoy empezando a raspar la superficie de lo que ahora se me antoja mucho más profundo de lo que había imaginado. Y esta es una de las grandezas de Andalucía.
Con estos y otros motivos, sin entrar demasiado en detalle, paso a compartir algunos de los gozos de estos primeros contactos, como hiciera el Tío Matt a través postales en la serie Fraggel Rock.
El Guadalquivir impregna de humedad el ambiente, convirtiendo su rivera en paraíso habitual de entomólogos, ornitólogos.
En lo natural el Río es el del origen. Baña las estribaciones sur de Sierra Morena y hace de frontera entre suelos metamórficos y otros sedimentarios permitiendo todo un prodigio agro-forestal que hace las delicias paisajísticas.
Sobre el escenario natural sucede la obra cultural y en el caso de Alcolea del Río la olivicultura y elaiotecnia cobran relevancia también a través de su patrimonio industrial.
El texto «Al norte de Carmona» se elabora como un recurso de apoyo al proyecto INNICIA 2020 que se desarrolla en el IES Las Aceñas, de Alcolea del Río, en el que tengo el honor de colaborar.
Las Aceñas bajomedievales, junto a restos de la muralla urbana o los yacimientos arqueológicos cercanos, como el centro de producción de ánforas tipo Dressel-20, Arva, son testigos del paso del tiempo (y de que el territorio es frecuentado, también, por arqueólogos ;-)
Continuando con la evolución de procesos agrarios y constatación de una inmesa variedad de patrimonio al norte de Carmona, la olivicultura e industrias afines de Alcolea del Rió se adaptan a las novedades, pasando de alfareros romanos a molineros del s. xx con estas magníficas piezas industriales realizadas en la Fundición Úbeda de Joaquín Palacín.
Patrimonio industrial de la olivicultura y elaiotecnia.
Relacionado con esto del olivo, la olivicultura y elaiotecnia, he de decir que me ha fascinado alguna que otra estampa como este olivar adehesado de «Espinagatos», en el camino hacia el puente romano de Jaralejos.
Pero desde luego, una de las que cuestiones que he de asumir como treméndamente erróneas es cierto prejuicio sobre los sevillanos.
Paisajes hermosos, rica gastronomía, días luminosos en los que disfrutar de inmejorable compañía, ancestral cultura, agradables paseos te esperan al norte de Carmona.
Increíble relato que sólo invita a visitar este hermoso pueblo y disfrutar de sus parajes y gastronomía
Gracias, Julio, por tu comentario.
Me alegra saber que te gustó el texto y te animo a venir a disfrutar cuando tengas ocasión.
Esta región es preciosa y como comento en el artículo la gente es muy acogedora.
Además, si eres como yo, de los que se mueven para probar bocados exquisitos, la gastronomía te cautivará seguro.