Luna saliendo tras hojas de olivo

Estos relatos de confinamiento por el estado de alarma a causa del coronavirus, son un ejercicio para compartir impresiones, pensamientos y dudas a modo de diario de un guía de turismo.

Hoy tenía previsto dar inicio de un evento recurrente cuya puesta en marcha me ha ocupado los últimos meses, ilusionado a organizaciones y personas de toda índole y que es base para otros desarrollos futuros.

Contamos con autorización para su realización a lo largo de todo 2020 en diversas fechas, así que no cancelamos, sólo aplazamos su comienzo.

Y no, no sólo es la actividad «El jardín y otras delicias» del proyecto que puse en marcha en febrero «Delicioso Jaén«, en el que disfrutaremos cuando toque de una magnífica degustación comentada de AOVEs en lugares especiales, en este caso un maravilloso jardín de la judería de Jaén.

Como digo, no sólo es eso. También estaba planteado para hoy el inicio de un encuentro eco-friendly en el que conectar producción, transformación, comercio y demanda de productos ecológicos y de proximidad, que de igual manera se reactivará en cuanto sea posible.

Al no tener cabida estas actividades dadas las circunstancias, hoy resalto la ilusión, alegría y esperanza que me llega en forma de iniciativa y como parte de un proyecto que busca frenar la erosión producida en entornos agrarios utilizando la gestión de biodiversidad, a la vez que asegurar mejoras en la rentabilidad de explotaciones olivareras que decidan incorporar métodos de sostenibilidad.

Se trata de un concurso de cuentos que pone en marcha el proyecto Olivares Vivos. Si tienes peques seguro que les gustará ver que sus creaciones estén seleccionadas.


diario de alarma D8a