Tabla de contenidos
A ver, no voy a hacer el anuncio de LA ONCE ahora que se acercan las navidades más raras que hayamos conocido, ni criticar la prontitud con que han anunciado la elevada eficacia de una vacuna a más de un año vista del final de la investigación previa necesaria.
O quizá sí, porque aún no sé muy bien en qué va a desembocar el picor de ojos y la tormenta que arrasa mi cabeza estos días. Demasiadas horas de pantalla esta semana: cursos on-line, telediarios, e-mails, google classroom y los libros del cole de las peques, esa búsqueda antes de dormir sobre como cambiar el CMS y por qué no, el rato de juego para desconectar de tanta información me están dejando poco a poco ciego ante lo que de verdad siempre me ha importado.
(Lo siento, me impactan demasiado las noticias sobre personas migrantes hacinadas en campos de concentración o en muelles. Sólo buscan una vida mejor :'(
Desde pequeño me ha gustado ayudar activamente a los que me rodean. Hace que me sienta útil y querido. Sé que es un poco egoísta y que suena a poca autoconfianza, pero es así en mi.
Esta es una de las razones que me llevó a iniciar el diario de alarma. No fue más que una respuesta al miedo que padecí durante el primer confinamiento de marzo 2020, por la propagación de contagios de COVID-19 y una manera de mantener distraída la mente de mis lectores..
Pero vayamos al lío, a contagiar de ilusión!! Porque no, no es tan fácil como estar cargado de ella para contagiarla.
Pido inviertas un poco de tu tiempo en una conversación. No se trata de que yo cuente o escriba cosas que tú puedas disfrutar, sino más bien de que formes parte del proceso creativo, es decir, hace un diálogo de esto
En esta segunda parte del diario de alarma quiero hablar contigo de ciertos entresijos de la industria del viaje desde la óptica de un proveedor muy pequeño y sin pretensiones grandilocuentes en un «destino» menor, casi desconocido en los mercados internacionales: Jaén
Aviso a navegantes. Roberto G.
Y tú, pensarás para tí: «¿Para qué quiero yo hacer eso? ¿Esto no iba de ilusión? ¿Qué pinta el valor y su co-creación en los viajes? ¿Viajes… Con la que está cayendo?»
Aquí te detallo cuatro claves para despejar estas dudas y comprender mis motivos de esta «nueva mini-serie» de mi Diario de Alarma para contagiar de ilusioó:
Bueno, no hay exactamente un juego definido, así que imagínate las reglas para contagiar de ilusión a la cadena de valor de la vivencia turística utilizando la co-creación.
Aquí podríamos entrar de lleno en temas éticos aplicados a la gestión empresarial o social, de obsolescencia programada, de equidad y redistribución o cualquier otro.
Lo que parece claro es que debemos definir una bibliografía básica a partir de la cual comenzar los cimientos, y aunque este texto va más sobre el tejado que debería existir, te dejo una buena lectura sobre la…
En los últimos años hay un debate muy interesante sobre cómo generar este valor, dónde se encuentra, y los beneficios de incorporarlo hacia adelante y hacia atrás en la actividad turística. Revisa el siguiente enlace, en el que Juan Ignacio Pulido Fernández desgrana la gestión de la cadena de valor en destinos turísticos, aplicable a la vivencia turística: pincha aquí.
Las mejores, sin duda.
Y hasta aquí la paliza del día.
Dime qué te parece que cuente contigo para definir valor, así, en crudo. Cuéntame, qué te aporta, ¿te mueve?, ¿te motiva?
Recuerda: déjame un comentario más abajo y enlaza esto a tus redes.
Salud y hasta la próxima entrada de este diario.
Comments RSS Feed